Con motivo del quincuagésimo aniversario de la muerte de Benjamin Britten, He Who Loves Beauty se plantea como un homenaje escénico-musical a su figura a través de la relación que mantuvo con Peter Pears, compañero vital, artístico y catalizador de gran parte de su producción vocal. El tenor Mark Milhofer y el pianista Manuel Navarro, bajo la dirección escénica de Rafael R. Villalobos, construyen una ficción: el último concierto de Pears tras la muerte de Britten. Sobre esa premisa, se articula una dramaturgia que mezcla repertorio antiguo y moderno, memoria y deseo, tradición y ruptura. Más que un recital, se trata de una reflexión sobre la identidad, el duelo y la creación compartida, en el que el espacio escénico y la palabra cantada se imbrican en un mismo plano de resonancia.